Por primera vez en su historia, la Borgoña traslada la fuerza y la riqueza vegetal de sus viñas legendarias al mundo de la belleza para imaginarla tan preciosa como sus extraordinarios vinos.

VINÉSIME crea sus propios activos a partir de viñas seleccionadas en el corazón de los viñedos de Borgoña, inscritos en el Patrimonio Mundial de la Humanidad.

De Gevrey Chambertin a Vosne-Romanée, pasando por Chablis y Marsannay, los terrenos colaboradores ofrecen sus uvas más preciadas, cuyas moléculas desarrolladas por el sistema inmunitario de la viña son la clave de los productos Vinésime para proteger la piel contra los signos de la edad.